LA FIESTA

La casa en dónde vivía Enrique en México Había sido rentada por la abuela, gracias a la recomendación de una amiga que tenía en Monterrey.

Estaba ubicado en la Colonia Condesa, cerca de la Universidad de La Salle, hacía cinco o seis años atrás.

Enrique junto con Tomás (mayordomo de la abuela) poco a poco la fueron amueblando, Enrique le gustaba todo lo moderno. Su televisión de plasma de 50" 4K en la sala y en su recámara una de 40 pulgadas, barra de sonido con hometheater, su cama king size , dos burós color n***o alrededor de la cama con sus lámparas en el escritorio, tenía también retratos de los abuelos, de sus papás y de él cuando eran chiquillos y adornaban la habitación de manera discreta. Le gustaba tener pocos muebles, un parecido minimalista, pero con muy buen gusto con algunas macetas naturales y otros artificiales. Una mesa de centro con dos cristales y alrededor tubo de acero inoxidable que lucía en el medio un bello arreglo de flores.

El comedor de caoba con sillas tapizadas en beige, un librero igual de cristales con acero inoxidable de 4 niveles, ahí pone los libros que iba usando de la universidad. Aunque ahora eran pocos ya que usaba la computadora prácticamente para todo.

Según sus necesidades fue reclutando también personal que le ayuda a la limpieza, una cocinera un chofer y un mayordomo por medio de una agencia de colocaciones qué le recomendaron.

El carro que le había regalado la abuela era un deportivo BMW M8 Gran Coupé Competition del año. Su chofer se llamaba Moisés Martínez y el mayordomo Gonzalo Pérez habían hecho buena mancuerna con los dos y se llevaban bien.

Ese día Enrique recibió una llamada de su abuela, comentándole qué les habían robado 6 contenedores de la mercancía que habían enviado a Brasil. Él le dijo a la abuela que, si necesita ayuda para que fuera el a investigar acerca de este asunto, pero la abuela le comento que ya se había encargado el abogado de la empresa y había llevado los papeles del seguro que amparaban este tipo de situaciones que él se despreocupada ya después le avisaría en qué quedó ese asunto.

Más tarde Recibió la llamada de Alma Delia la chica qué se había topado la mañana del suceso del incendio del auto.

-Hola Alma, ¿Cómo estás?

- ¡Bien, gracias! Te llamaba porque mañana es mi cumpleaños y me encantaría que me acompañaras para la celebración, si no tienes algún plan, claro. Haré la fiesta en casa vamos a estar aquí mis amigas, algunos amigos y toda mi familia.

- Iré con todo gusto y no, no tengo ningún plan y el tuyo me parece perfecto, ¿Qué debo llevar?

- No es necesario que traigas nada. - Dijo Alma- Tu presencia es lo más que suficiente.

- Bien. ¿A qué hora sería?

- Sería como a las 7 de la tarde, ¿Te parece bien?

- Si, perfecto, gracias y ahí estaré. ¿Puedo invitar a un amigo?

-Por supuesto- entre más, mucho mejor ya que será de disfraces, se me olvidó decirte, aunque no será tipo halloween , será más discreto pero pueden traer un antifaz y con eso es suficiente.

- Vaya! tu sí que sabes celebrar, es una muy buena idea, ahí estaremos. Pásame tu ubicación para llegar.

-Si, en breve te lo paso.

Ella vivía en la Colonia hipódromo Condesa muy cerca de dónde vive Enrique.

Muy temprano el sábado se quedó Enrique de verse con un amigo de la universidad Juan Carlos; con quién jugaba Golf desde hace ya varios años a quien de cariño le llamaba "Charly"

Enrique era muy deportista además de jugar Golf jugaba también tenis con otros amigos de la universidad y de vez en cuando unas "cascaritas” de fútbol.

Ese mismo sábado por la mañana, Rosa la cocinera; le preparo un rico desayuno como siempre: jugo, frutas, un filete de pollo, ensalada y claro por supuesto su clásico café espresso americano

-Vámonos, Moisés! - dijo Enrique a su chófer.

- Si, señor.

Enrique le dio sus palos de golf para que Moisés los metiera a la cajuela y se dirigieron al club de golf Chapultepec.

Estuvieron jugando alrededor de 2 horas, después se metieron a la ducha y posteriormente se dirigieron a la cafetería para relajarse y platicar un rato.

-Hazme un paro Charly- le dijo Enrique- Es cumpleaños de una amiga y quedé de ir hoy por la tarde a su casa.

- ¿Una amiga?......, déjame imaginarlo - y se quedó pensando virando sus ojos de manera pensativa y se rieron los dos - ¿acaso será la misma chica del auto que se incendió?

-Exacto! jah jah jah, Me quedé de ver con ella en su casa como a las 7 de la noche. ¿Podrás acompañarme? Ya sabes cómo son estas cosas en realidad no la conozco bien a ella, me voy a sentir un poco incómodo.

- Sí no te preocupes, no tengo nada que hacer, ¿asistirán amigas?

- claro! bueno, eso me dijo ella.

- uhm! más vale, necesito ligarme a alguien- y los dos rieron mientras se levantaban para retirarse a sus respectivas casas.

-Bien. Me voy a casa a arreglarme y como cerca de la 7 p.m. llegas por mí y nos vamos con Moisés que nos pase a dejar allá. - dijo Enrique.

LA FIESTA

Rumbo a la casa de Alma Delia pasaron por el regalo de ella, Enrique decidió comprarle un collar discreto de oro blanco con una figura de un libro abierto, y ahí mismo por la plaza compraron los antifaces.

No Les costó mucho trabajo encontrar la casa pues había mucha gente dentro y fuera de la misma. Enrique preguntó por Alma Delia y los hicieron pasar señalándole por donde se encontraba ella.

- ¡Hola! - dijo ella acercándose y dándole un beso en la mejilla de saludo.

- Hola - dijo Enrique- Mira, te presento a mi amigo Juan Carlos, puedes decirle Charly.

- ¡Que tal Charly, Mucho gusto! - estirándole la mano y dándole beso en la mejilla - vengan, pasen están en su casa.

¡Gracias - dijo Enrique- ah!  mira te traje un pequeño obsequio.

- ¡oh!, No te hubieras molestado, dije que con tu presencia era más que suficiente.

- No podía venir con las manos vacías, más que te traigo a otro invitado que arrasará con tu barra jah jah jah, es broma - se le acercó a un lado de la mejilla de Alma y en voz baja le comentó - pero ten cuidado, jeh!.

 - ¡vaya! - respondió Charly - no me difames amigo, creerán que soy un borracho y si, lo soy, pero no en todos lados, sé comportarme.

Enrique iba con un traje blanco Sport y una playera negra con cuello alto por dentro. Él era un muchacho alto y tenía muy buena figura sus ojos verdes/azules se le veían a través del disfraz, él nunca pasaba inadvertido. Tenía mucha personalidad y por donde pasaba siempre atraía la atención incluso de los hombres, admirando el porte con el que pasaba.

Charly también era guapo y tenía muy buen aspecto, aunque no era tan alto Como Enrique, destacaba. Él iba con un traje claro camisa y corbata.

Alma les fue presentando a sus amigas y empezó con Carlota, después Judith y luego con Blanca se presentaron entre sí y se quedaron en un círculo por un momento platicando y analizándose unos a los otros.

! ¡Vengan!  - dijo Alma- pasemos a la pista que está afuera en el patio por si gustan bailar o comer algún aperitivo que están colocadas en las periqueras.

Se unieron al ambiente Enrique y Charly , y empezaron a disfrutar de la música en vivo. Pusieron en medio del patio una plataforma dinámica de colores, luz y sonido, una plataforma donde estaban los músicos tocando todo tipo de ritmos.

De pronto la amiga Alma Delia, Judith; se le acercó y le dijo “me gusta el chico de traje blanco, ¿es tu amigo o ya son algo más?”

Alma Delia tragó saliva y se quedó pensando después le respondió “No, es solo mi amigo; lo acabo de conocer hace poco tiempo y trabaja en la misma universidad donde estoy yo dando clases”

-Entonces, - dijo Judith con su mirada fija en él- le voy a llegar ¿no te importa? Esta guapísimo.

-No, para nada. - Sintiendo disgusto por dentro.

Alma también lucía despampanante, traía un vestido rojo escotado, llegaba por debajo de la rodilla y abierto de lado derecho a media pierna. También traía un collar de perlas que había sido regalo de su madre unos años atrás. Su peinado era impecable. Se lo arregló en un salón de belleza, así como el maquillaje y la manicure de sus manos. Parecía princesa de cuento, su cabello castaño muy claro a un tamaño medio.

Su amiga Judith, también era muy guapa y estaba el mismo grado de arreglo que Alma Delia; ella era morena clara con el cabello corto muy bien arreglado. Llevaba un vestido verde que le llegaba a los tobillos.

La fiesta era de coctel. A un lado del patio había mesas a todo alrededor perfectamente bien adornadas para la cena, había aproximadamente entre 35 y 40 personas.

Su papá había preparado el menú porque él era chef y dueño de su propio restaurante de comida italiana. Entre su mamá y su tía le hicieron el pastel y todos los postres.

Judith se acercó a Enrique invitándolo a bailar, pero él se negó en un principio argumentando que no sabía bailar, ella insistió y él no tuvo más remedio qué acceder, no sin antes echarle un vistazo a su amigo Charly quién el comprendió como señal que debería interrumpirles el baile cuando tuviera oportunidad.

- ¡Vente! - dijo Judith - yo te enseño.

Bailaron 2 o 3 piezas y Enrique volteó a ver a su amigo y este asintió que fuera a rescatarlo, se acercó hacia ellos y le dijo a Judith - Enséñame también a mí a bailar- Lo que aprovechó Enrique para hacerse a un lado y cuando volteo la mirada, Alma Delia lo estaba viendo desde atrás.

Enrique se acercó a Alma Delia apenado y la invitó a bailar, le estiró la mano y le señalaba con la cabeza invitándole a la pista y ella por supuesto aceptó.

-Estaba yo esperando bailar con la cumpleañera- dijo Enrique- y bueno, ¿me vas a decir cuántos años cumples o es un secreto?

-No, - dijo ella riendo sonrojándose - no es secreto, cumplo 29 años.

- ¡Te ves más joven! -comentándole como cumplido- pensé tenías 25 o 26 años.

Los dos rieron y se concentraron más en el baile. Pasado un par de canciones:

- ¿Por qué le dijiste a tu amiga qué me abordará?, ¡Qué mala eres! Yo quería bailar contigo.

-No pude detenerla- me preguntó que si eras mi amigo o mi novio y yo le dije que eras mi amigo.

- ¡Mal hecho! - dijo Enrique- Dile que sí, que nosotros somos novios o ¿Qué no? - mirándola fijamente de manera seductiva.

- si - dijo ella emocionada y sonrojándose por lo que estaba sucediendo.

Enrique la tomo entre sus brazos y la acerco contra su pecho y siguieron bailando, la acaparó toda la noche.

Judith no tuvo más remedio que seguir bailando con Charly e hicieron buena amistad, aunque el bailó también con otras chicas.

Partieron el pastel, cantaron las mañanitas con el mariachi que contrató el papá de Alma Delia y estuvieron juntos hasta muy tarde. No se querían despedir deseaban que la noche continuará y el romance que comenzaba, también.

Alma Delia le presentó a Enrique a la mayoría de sus familiares quiénes poco a poco se fueron yendo a sus respectivas casas, varios de los hermanos de Alma Delia ya eran casados y tenían hijos ella era una de las más chicas de la familia y por lo tanto aún continuaba soltera.

Llegó la hora de despedirse y Enrique le dio su primer beso, uno pequeño que rosaron sus labios a Alma Delia y le cerró el ojo en forma de guiño diciéndole: nos estaremos viendo. Es más, ¿Qué vas a hacer mañana?  te invito a comer. Te marco a medio día para ponernos de acuerdo, ¿te parece?

- ok, espero tu llamada.

- ¿Tienes alguna preferencia de un lugar en especial?

- Si quieres, vamos al restaurante del lago, que se encuentra en Chapultepec, ¿te parece bien?

- Si, está bien, de hecho, me trae bonitos recuerdos de mi infancia.

- Oye, pero no vas a llevar a tu chofer, ¿verdad?

- No, ¿Cómo crees?, para estas ocasiones voy solo, es una cita.

los dos sonrieron y asintieron al mismo tiempo, quedando en un acuerdo- mira, hablando del rey de roma, ya llegó por nosotros, Moisés.

Charly se despidió de ella y de la mayoría de sus familiares que aún permanecían en la fiesta. Ella se quedó parada en la puerta de su marco, viéndolo como se alejaba y subía a su auto

Moisés llevó a Charly a su casa y posteriormente llegaron a la casa de Enrique.

-Gracias Moisés, descansa. Déjame las llaves del auto en el bowl de llaves del mueble de la entrada, mañana tendrás el día libre, tengo otros planes personales.