Capítulo 16: Asco

Eda

-tu limosina ha llegado- escucho a Rubí decir aquello y no entiendo de lo que está hablando, estoy por largarme de ese lugar e irme a la cocina

-detente- escucho a Luiss, volteo a verlo, me fijo es su aspecto su rostro está completamente golpeado, usa muletas y tiene una venda en la cabeza, viéndolo así me recuerda a las caricaturas

-a mi oficina- se va del lugar

Todos siguen reunidos en ese lugar y yo me voy a la cocina, tengo hambre y me importa poco que Luiss se enoje.

Preparo un delicioso cereal con leche porque por lo que veo no han hecho las compras, me dirijo a la oficina de Luiss no antes sin detenerme un poco y recordar lo que sucedió en este preciso lugar

Entro sin más, sin tocar la puerta 

Veo a un hombre parado y creo haberlo visto en algún lugar, pero no lo recuerdo

-siéntate- sigo con mi cereal en manos y por una vez en mi vida hago lo que dice Luiss sin renegar

-mucho gusto preciosa- me extiende la mano, solamente la miro y le doy la sonrisa más falsa que tengo, al parecer lo nota

-Eda- digo mi nombre por educación

-bueno viejo Luiss sabes a lo que vine, ya está todo listo- y no entiendo una palabra de lo que dice

-es toda tuya, las maletas te las mandaré después- ¿maletas?

Me levanto de mi asiento, no me puedo quedar callada ahora

-me podrían decir de que rayos están hablando o aún mejor para que m*erda me llamaron- el extraño se acerca a mí, tal vez demasiado cerca

-a ver preci… Eda, creo que esta de más responder a tu pregunta. por lo que sé mi amigo ya hablo contigo ayer sobre- se cruza de brazos- tu situación- ¿es por eso a lo que vino?, para llevarme

Me cruzo de brazos y le respondo de la misma manera que este tipejo habló

-pues… dile a ese idio… tu jefe, que por se puede ir al mismísimo infierno porque lo que soy yo, no me voy de aquí- comienza a aplaudir divertido de la situación

-mira preciosa yo estoy aquí para cumplir un favor, tengo ordenes de llevarte a arrastras del lugar si es necesario, tu escoges por la buenas o por- no termina la frase porque giro mi cuerpo y me largo del lugar

No antes de salir y escuchar

-mi amigo la va a tener difícil, pero que le podemos hacer-

Siento que algo me alza, cuando me doy cuenta ya estoy en el hombro del desconocido, comienzo a patalear

-¡suéltame imbécil!- comienzo a golpear su espalda

-te lo dije preciosa- me da una nalgada, ¡es un m*ldito mano larga!

-bueno es un placer conocerlos a todos, Eda despídete de todos- se gira y me doy cuenta como todos me miran, cubro mi rostro

-Mía te quiero a las 8 y ya sabes con qué- salimos de lugar, miro a mi amiga y me doy cuenta de que se ruboriza

Salimos del bar y por fin este tonto coloca mi cuerpo en el suelo

-que haces con mi amiga- pregunto enojada, coloca su mano en mi cabeza y me revuelve el cabello

-cosas de adultos preciosa- cuando dice eso ¿entonces él y Mia?

-¿es tu novia?- sale de mi boca, no sé por qué pregunté eso

No me responde, acto seguido abre la puerta del carro y subo

Comienza a conducir, me doy cuenta de que no coloca una venda en mis ojos lo que me parece muy extraño, pero decido guardar silencio

-cómo te llamas- no se que mas preguntar, ya llevamos como media hora en este carro

-pensé que no hablarías nunca. Me llamo Max- su vista se enfoca en la carretera

-Max y tu apellido- comenzamos a ir por un camino algo desolado, ¿es aquí donde va a matarme?

-sin comentarios- responde

-¿Por qué tu jefe se empeña en molestarme?- ese hombre es un bipolar sin corazón, cree que por tener dinero puede dominar el mundo a su voluntad

-eso no lo sé aun, al parecer eres su nuevo pasatiempo- lo dice como lo más normal del mundo

Llegamos al fin al lugar, y nuevamente estoy en este lugar una casa hermosa pero una celda al mismo tiempo

-sígueme- entramos al lugar y hay una mujer en la entrada nos saluda amablemente

-mi hermosa Laura, donde está el ogro- ella sonríe por lo bajo, ahora la recuerdo es la mujer que vi la primera vez que estuve aquí

-esta en el despacho joven Max, me pidió que cuando llegaran la señorita vaya directo a su despacho- me da una sonrisa

-dime Max, está bien mi trabajo aquí a terminado- da media vuelta y se va dejándome sola en este lugar alado de una desconocida

-sígame, señorita- que más me queda hacer

Me deja en la puerta y toca, simplemente se va

Respira Eda, controla tus emociones no te dejes envolver por este hombre que lo único que quiere es hacerte daño, no muestres debilidad ante él

-pase- solo escucho, abro la puerta e ingreso, hay un montón de papeles encima del escritorio y al parecer los está revisando, "escritorio" esa palabra viene a mi mente y comienzo a ponerme nerviosa

-toma asiento- me lo dice de manera seria y fría

Hago lo que me dice

Espero unos momentos y no dice nada, sigue en lo suyo ¿Qué cree que soy? ¿un adorno?

-si no vas a decirme nada para que me mandaste a llamar- me cruzo de brazos

Deja lo que está haciendo y se levanta de su asiento, viene hacia mí, me levanto de golpe

-por una vez en tu vida podrías tener tu boca cerrada- me acerca mucho más a él y puedo oler su colonia

-no, no puedo, la boca se hizo para hablar y es lo que estoy haciendo ahora- me cruzo de brazos

-enserio crees eso, hay muchas más cosas que puede hacer esa linda boquita- coloca su mano en mis labios, se la aparto de un tirón

-pues lo que voy a hacer con ella es hablar y nada más, no sé en lo que este pensado tu mente enferma, así que te lo pregunto una vez vas ¡a que me mandaste a llamar!- veo el enojo reflejado en su rostro

-sabes para que lo hice, no te hagas la tonta conmigo vas a ser…- me alejo de este tipo

-una mujer a la que vas a vender al mejor postor, verdad, eso es lo que vas a decirme, haz lo que se te pegue la gana conmigo, que podría esperar de un hombre como tú, lo único que cusas en mi es- me acerco a él y lo miro fijamente al rostro

-ASCO- Me toma del cuello muy fuerte, estoy comenzando a acostumbrarme a esto -vamos da tu mejor golpe, para eso es lo que sirves, eres tan poco hombre que la única forma que tienes para responder es a los golpes-

-te lo juro Eda, que vas a rogar por que sea yo él que te golpee y no otro- me suelta y vuelve a su lugar

-¿debería darte las gracias por eso?, ¡gracias señor Harry por darme esa gran oportunidad- junto mis manos en señal de agradecimiento, aunque por dentro mi cuerpo tiembla y siento que quiero vomitar, no voy a flaquear ante él.

-tu nueva suite esta lista- comienza a revisar nuevamente los papeles

Respiro profundo

-si vas a venderme al mejor postor, antes de eso quiero acostarme con alguien- se que lo que digo es una idiotez, pero no quiero que mi primera vez sea por pagar una deuda de este hombre

Deja lo que esta haciendo y me mira

-y quien es ese alguien al que te le quieres abrir de piernas- cierro mis ojos ya derrotada de tanto pelear con este hombre

-te lo dije esa vez en la oficina de Luiss, soy virgen y si te queda, aunque sea una pisca de compasión por mi, quiero que mi primera vez sea con alguien al que yo elija-

-enserio crees que me creí esa estupidez de la chica virgen, no me hagas reír-

-piensa lo que quieras, pero ya te lo dije- estoy por irme y me volteo- espero tu respuesta-

-¿y quién es ese hombre?- pregunta seriamente

-Oscar-