Segunda Oportunidad Luna
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Phoebe había sido criada con historias del momento mágico en el que conocería a su compañero destinado, aquel destinado a ser su pareja para siempre. Creció viendo el gran amor de sus padres y sabía que no era solo un pensamiento ilusorio. Sin embargo, los sueños y la realidad resultan ser muy diferentes cuando conoce a su compañero: Graham, futuro Alfa de la Manada Rimrock. Él la rechaza y la deja sin mirar atrás.
La rechazó porque pensaba que era débil, sin loba. Sin saber que todo es una fachada. La Loba de Phoebe es diferente a cualquier otra. Es una loba plateada, la encarnación misma de la Diosa Luna, y destinada a cambiar el mundo que conocen.
Viviendo a la sombra de su antiguo compañero, Phoebe permanece con su manada haciendo su propio lugar entre los demás al cuidar de sus cachorros. Si esta es la vida que le dieron, está decidida a aprovecharla al máximo a pesar del continuo ridículo que recibe, ya que su loba insiste en que deben ser discretas y se niega a revelarse. Sin embargo, el destino no las ha olvidado y vuelve a surgir cuando aparece su segunda oportunidad de compañero.
Jason, Alfa de la manada Blue Moon, una de las seis manadas antiguas y más poderosas, ha estado buscando en vano a su Luna durante casi una década. Está a punto de rendirse cuando un control de seguridad lo hace pisar las tierras de la manada Rimrock. Su aroma lo hace salivar. Su belleza y gracia lo dejan sin palabras. Su compañera. Su Luna. Pero primero tiene que convencerla de que solo la quiere a ella.
¿Podrán esta pareja de poder recién formada realmente cambiar el mundo? ¿Qué destino les espera cuando la loba de Phoebe sea revelada? ¿Cuando incluso la familia real se les oponga, será su amor lo suficientemente fuerte para superar y traer un nuevo amanecer?
Texto original: https://www.dreame/story/2170772224-second-chance-luna
Autor: E.T. Watson
Unfold
Dos años después
—¡No pegues a Jermy! Mamá, ¡Jermy está pegando!
—Jerome, Fecelia —Phoebe sacudió la cabeza—. Sean amables el uno con el otro.
Mis preciosos y pequeños queridos.
Suspiró, recostándose en su silla y tomando el libro que había estado leyendo. Una sonrisa calentó su expresión ya radiante, pero también había u……
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