Capítulo 17

A veces, el pasado regresa con perfume de reconciliación, pero tiene las uñas pintadas de traición. Este capítulo no busca cerrar heridas, sino recordar que hay cicatrices que todavía supuran cuando alguien las nombra. Helena aprendió a sostenerse sola, Gaspar empezó a perder sin que nadie lo atacara, e Isadora… bueno, hay víboras que no muerden: solo te miran mientras se arrastran de vuelta a tu vida. La guerra ha comenzado, pero no todos saben que están en el campo de batalla.Gracias por leer, por sentir, por quedarte.Nos vemos en el siguiente capítulo.